viernes, 8 de mayo de 2020

HORNO DE BARRO O LEÑA



Horno de leña (también horno a leña) es un ingenio calorífico usado para calentar, cocer, fundir o tostar, tanto en el ámbito doméstico (cocinas), como en el industrial (obradores, laboratorios, talleres, etc) y cuyo combustible es la leña.
Los hornos de barro son una tradición que perdura a pesar del paso del  tiempo desde las épocas preincásicas. Muchas poblaciones indígenas y mestizas aún lo usan y hay una tendencia en sumarlo a las viviendas modernas.
Desde el punto de vista del consumo energético, es el menos eficiente y el que más emisiones de dióxido de carbono tiene, pero un horno de leña bien hecho y funcione correctamente  imprima desde el punto de vista gastronómico magia, sabor y salud

COMO FUNCIONA?
Los hornos de barro funcionan gracias a dos principios esenciales el flujo del calor y la refracción del calor.
Flujo del calor o sistema de convección. El aire frío entra por la boca o puerta del horno de barro se calienta al entrar en contacto con la leña o brasas y calienta las paredes del horno antes de salir por el tiro o chimenea.
Refracción del calor. Los materiales utilizados en la fabricación del horno de barro acumulan y conservan el calor durante más tiempo. Los materiales refractarios se calienten en muy poco tiempo y perdure el calor hasta 24 horas.

Horno tradicional
 El primero que debemos mencionar es El tradicional, y el más antiguo, que posee una cúpula en cuyo interior se hace él fuego para luego retirar las brasas y, en el mismo lugar, cocer el pan u otro alimento  después de alcanzar la temperatura adecuada.
Esta pieza, fundamentalmente hecha de barro y paja, posee una estructura de fierro o varillas de luma, que le dan la curvatura, y que se recubren con el material de construcción para que no se quemen. Entre gruesas capas de barro, por lo general se instalan ladrillos que mantendrán el calor. En la cúpula posee una o dos entradas -para introducir el producto que pondremos en cocción y para extraer las brasas y cenizas- y una chimenea para la salida del humo y regular el tiraje, para lo cual posee una lengüeta. Se construye sobre una base elevada del suelo hasta una altura cómoda de 40 centímetros a un metro- para la persona que usará el homo.
Su gran desventaja reside en la pérdida de energía, ya que, una vez calentado, las brasas deben ser retiradas para poner el pan. Pueden usarse más tarde, pero por lo general no se aprovechan, salvo en el invierno, cuando se ponen en braseros para calefaccionar. Por otra parte, como la cámara de cocción alcanza una elevada temperatura, las primeras horneadas se logran muy rápidamente y debe vigilarse para que el producto no se queme.
Requiere una paleta grande (parecida a un remo) para introducir y sacar lo que estemos horneando, y una escoba especial para limpiar las cenizas del piso de la cámara antes de meter los alimentos o el pan.

Horno de ladrillos
Otro tipo de horno es el de ladrillos recubiertos con barro y paja, cuya cámara de combustión se ubica en la parte baja y puede extenderse también hacia los costados de la cámara de cocción que es metálica. Como el fogón queda separado, se puede estar horneando sin retirar las brasas, permitiendo además alimentar y mantener el fuego por tiempo indefinido.
Su forma y terminaciones son diferentes de lo tradicional. Como dijimos, el horno es metálico, especialmente fabricado para el caso.

Horno de tambores y barro
El tercero y más utilizado, debido a su mayor eficiencia -y bastante más económico-, es el que se hace con los clásicos tambores de 200 litros. Como también se recubre de barro, constituye, al igual que el tradicional, un elemento decorativo que llamará la atención en su parcela.
La base, de una adecuada altura para hornear con facilidad, es de ladrillos, y en ella se ubica la cámara del fuego. Sobre ella se instala la cámara de cocción, fabricada con dos tambores colocados horizontalmente. Uno de ellos, el homo propiamente tal, contiene una bandeja deslizable, que corre por dos rieles soldados a las paredes del tambor, y cuya tapa se parte a la mitad, reforzándola con fierro de construcción. Bajo éste -y por sobre el fogón- se coloca arena y ripio fino, que cumplirán una acción refractaria y permitirán que el fierro resista mejor e¡ calor. Sobre este tambor, y envolviendo al anterior por encima y los costados, se instala otro, abierto por la mitad, dejando entre ambos una separación de 5 a 10 cm, por donde circulará el aire caliente.
Desde el fogón, y por la parte posterior, se instala la chimenea con su regulador para la salida del humo de la combustión.

Este horno da la opción de conectar a la chimenea un ahumador para piezas de carne, receptáculo que recibe el humo a través del fogón y donde se cuelgan pescados, mariscos secos, trozos de chancho y aves, para conservarlos ahumados.
Además cumple una función semiecológica dentro de la parcela, debido a que permite emplear como combustible todos los desechos y basuras, como los papeles, cartones; tronquitos de podas, tablas, corontas secas de choclos, diarios viejos, entre otros.

Banco de piedra para asados y cocina rustica
Ya tenemos un novedoso homo que  por fuera, parece hecho totalmente de barro, con una puerta metálica para introducir lo que deseamos hornear y un fogón inferior. Pero tenemos todavía otra alternativa: instalar a cada lado de él una barbacoa o banco de piedras para asados y una cocina rústica para preparar cocimientos y cazuelas, ambos con sus propios generadores de fuego y también recubiertos con la mezcla de barro y paja.
Para la construcción del  banco de piedra bastará levantar una base de ladrillos, dejando el hueco correspondiente para el fuego, y sobre la cual se instala la parrilla del tipo que se prefiera. En tanto, al otro lado del horno se hará una base con el compartimiento para el fuego, dejando en el centro de la cubierta un agujero protegido por un zuncho de barril, en el cual podrá colocarse un fondo u olla grande, en donde prepararemos sabrosos caldos.
De este modo, el horno, la cocina y el banco de piedra formarán una sola y rústica unidad de barro, junto a la cual las fiestas o almuerzos adquirirán un ambiente muy especial, estimulando la participación de todos, familiares y amigos, para pasar horas de descanso y verdadero agrado.

¿Cómo hacer la mezcla para el horno de barro?
La preparación de la mezcla básica con que se pegan los elementos y se recubre cualquiera de estos tipos de hornos se lleva a cabo en el mismo terreno, en el que se traza un rectángulo que luego se moja hasta convertirlo en barro. Debe quedar lo bastante licuado para ir agregando poco a poco la paja de trigo, que constituye un tercio del total de la mezcla. Luego se amasa con los pies hasta conseguir una pasta homogénea y bien incorporada. Posteriormente se deja reposar 24 horas, para que madure y se vuelva más consistente y asi trabajarla con facilidad. Las herramientas que se necesitan son, primero, muchas ganas de hacer el homo, además de una lienza, un plomo, una llana (especie de paleta con asa) y una regla de 2×1″, confeccionada con una simple tabla recta de álamo. Y si no tiene tiempo para construirlo usted mismo, es seguro que en el sector de su parcela habrá un maestro que podrá hacerlo. Lo importante es que cerca de la casa, además de las típicas tinajas, el visitante pueda recrear la vista en un homo de barro.

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